Comportamientos de acoso laboral que la policía local reciben con frecuencia
Acoso laboral en la policía local
Dentro de las Administraciones Públicas existen diferentes tipos de acoso hacia el trabajador/a, y en función del ámbito al que se pertenezca, puede darse un caso u otro.
Pero al final el maltrato, la víctima, los daños, etc…, lo padecen igualmente los propios afectados, familiares y amigos; y en otras ocasiones son los propios ciudadanos los que pierden la confianza con los poderes públicos debido a que no reciben
un servicio de calidad.
En el caso de los policías locales, normalmente, el acoso suele venir de sus jefes funcionales directos, al que el político le delega dichas competencias administrativas para crear proyectos y organizar al colectivo profesional de la policía. |
El propio alcalde de la corporación municipal suele nombrar jefe de la policía (no siempre), sin que sea necesario cumplir todos los requisitos para ocupar y desempeñar un puesto que, además de experiencia, requiere de otras dotes; y que lamentablemente en muchas ocasiones se echa en falta esas virtudes.
A partir de ese momento y a través de las competencias legislativas que le confiere la Ley, es nombrado jerárquicamente “el jefe”, y de él dependerá un colectivo que ocupa normalmente, bajo su potestad, la representación de profesionales más numerosa del municipio si lo comparamos con otros departamentos o puestos que ocupa el resto de empleados públicos.
Es decir, existe toda una responsabilidad funcional, que a veces son incapaces de poner en práctica su propia valía, de la que nunca antes habían tenido –existen, por supuesto, casos muy excepcionales donde el máximo jerárquico se convierte en un referente-. |
Ser policía supone desempeñar unas funciones profesionales
Ser policía supone desempeñar una funciones profesionales, un ejercicio que requiere capacidad, experiencia, empatía, sentido común,… y por supuesto, humanidad. Si no se parte de este principio, que tan carente es en nuestras sociedades, poco podemos hacer para seguir hablando. El humanismo no se aprende, ni se imita ni se ensaya, es una condición que forma parte de la comprensión del ser humano.
Pero el modelo tradicional de las policías sigue siendo, o al menos sigue mirando, a sus raíces de antaño. Mira todavía a un modelo castrense, represivo (aunque cada vez menos), y donde existe una perfecta manipulación para que la policía quede supeditada al poder político, sobre todo en los municipios. |
El policía es persona, pero el carácter de autoridad le atribuye unas funciones que no ejercen cualquier otra persona, y es la condición de agente de la autoridad, es decir, estar reconocidos por la ley para que en el ejercicio de sus funciones puedan privar a una persona de su libertad de forma ambulatoria, cuando existen premisas suficientes de puedan constituir un delito. Además, son los únicos funcionarios (personas) legitimados para utilizar la violencia en caso necesario. Dichas atribuciones son amparadas y dependen en caso de reclamación, de los jueces, fiscales y tribunales.
Entonces, ¿qué se está haciendo mal?
Por ejemplo, si un policía es un profesional que está cualificado para mediar un conflicto entre la comunidad, ¿por qué no hace lo mismo en su centro de trabajo? |
El maltrato empieza tras un desacuerdo por parte de un policía con su superior, entonces éste abusa de ser la máxima autoridad y maneja a su antojo su parcela; o dicho de otra manera, domestica su rebaño en contra del policía desobediente. |
La cultura suele ser menos explícita y rígida que las reglas y los procedimientos pero ejerce una gran influencia en la forma en que los integrantes de la organización abordan los problemas y atienden a los clientes-ciudadanos. En términos generales, la cultura organizativa determina cuál es el comportamiento adecuado para los empleados y qué asuntos deben ser prioritarios. La cultura que impera en un entorno no se transforma con facilidad si está profundamente enraizada, y eso suele ser lo más normal en las organizaciones de gran tamaño. Por ello, la transformación de las Administraciones debe estar basada en una transición de la cultura administrativa tradicional a una cultura administrativa centrada en las nuevas fórmulas de gestión. |
En las organizaciones públicas españolas está pendiente de un desarrollo serio y coherente de manera que se relacione definitivamente con lo que el Estatuto Básico del Empleado público denomina la “Evaluación del desempeño”.
Comportamientos de acoso laboral que los policías municipales reciben con frecuencia
A continuación, se recogen algunos comportamientos, que los policías identificados con el presente documento, han reconocido haber padecido en muchas ocasiones:
Permanecer todo el servicio o parte, en un punto fijo en concreto sin hacer nada, simplemente estar de pie a modo castigo encubierto. Regular el tráfico bajo una nueva señal de tráfico a modo informativo. Cambiarlo de destino como medida represiva por haberse negado a una orden ilegítima. Suprimir sus vacaciones cuatro días antes de empezar a disfrutarla. Enviar a otros compañeros al domicilio particular para notificarle la negación de un día de asuntos propios. Denegarle reiteradamente los días de asuntos propios, incluso un mismo día hasta en dos ocasiones y concedérselo a otro. Menospreciar a la posible víctima delante del resto de compañeros mediante apodos despectivos. Rumorear al resto de compañero sobre mentiras para que éstos, se pongan en su contra. Asignarle un servicio estático a pie en mitad de una calle, cuidando un árbol de navidad. No respetar la conciliación familiar ni asuntos personales. No preocuparse por los conflictos entre miembros de la plantilla; es más, es un disfrute ver cómo entre empleados públicos se enfrentan y se judicializa. Encararse ante un subordinado y decirle que le pegue. Amenazar consecutivamente con expedientes y recordar continuamente quien es el que manda. Dividir a los empleados públicos (policías), estableciendo un criterio entre policías de primera categoría, segunda, tercera y el resto. |
Autor: Israel García
Colaborador en Sevilla de PRIDICAM Mobbing Madrid |