Las personas sordas en el ámbito laboral siguen enfrentándose a prejuicios y discriminación
La escasa oferta de formación accesible en lengua de signos, los prejuicios y discriminación sobre la capacidad de las personas sordas en el ámbito laboral y su encasillamiento laboral, principales hándicaps de este colectivo.
La Confederación Estatal de Personas Sordas, ha denunciado la “situación de desventaja”
La CNSE, Confederación Estatal de Personas Sordas, ha denunciado la “situación de desventaja” a la que se enfrentan las personas sordas en el ámbito laboral, y llama al tejido empresarial a un “mayor compromiso social”, y a la propia Administración “a garantizar con medidas efectivas” el derecho a un empleo digno que se contempla en la Constitución Española.
Similar situación es la que encuentran las y las personas sordas en el ámbito laboral de cara al mantenimiento de su puesto de trabajo y a la promoción interna dentro de la empresa, lo que ha llevado a la CNSE a reclamar que todos los cursos de formación del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), así como la formación continua de las empresas, incorporen intérpretes de lengua de signos, entre otras medidas de accesibilidad.
Especialistas en lengua de signos
Otra de las cuestiones prioritarias para la CNSE es avanzar en la mejora de la situación laboral de los profesionales sordos especialistas en lengua de signos, que “carecen de reconocimiento y regulación oficial tras décadas ejerciendo esta profesión”. Díaz ha señalado que se trata de una figura fundamental, necesaria y de vital importancia en las primeras etapas de la educación, “ya que suponen un modelo lingüístico y de identificación para los niños y niñas sordas que incide en su pleno desarrollo”, y ha manifestado que el número de especialistas en Lengua de Signos en los centros educativos es insuficiente, “más aún después de haber pasado 25 años desde la firma del convenio entre la CNSE y el Ministerio de Educación con el objetivo de incluir la figura de este profesional en los centros educativos de infantil y primaria”.
Educación bilingüe en lengua de signos
En esta línea, la entidad reitera que la adecuada y muy necesaria incorporación de la lengua de signos española y de la lengua de signos catalana, la presencia de profesionales sordos y oyentes altamente competentes en estas lenguas así como intérpretes en las aulas, y la incorporación de las adaptaciones oportunas en el estudio de idiomas extranjeros, son factores que van a incidir directamente en el futuro laboral del alumnado sordo. “Cuando se habla de la aplicación en España de la Convención Internacional de los Derechos de las Personas con Discapacidad en el ámbito educativo no se puede seguir ignorando el derecho del alumnado sordo y sus familias a optar por una educación donde se pongan en valor las lenguas de signos, la identidad lingüística vinculada a estas lenguas y, con ello, lo positivo de los agrupamientos de las niñas y los niños sordos que tan claramente defiende esta norma” ha asegurado la presidenta de la CNSE.
Promoción laboral
De cara a ampliar las perspectivas laborales de las personas sordas siguen enfrentándose a prejuicios y discriminación de las personas sordas en el ámbito laboral , la CNSE considera prioritarias cuestiones como el ajuste de la normativa en prevención de riesgos laborales a la realidad de las personas sordas, para evitar barreras que afecten a su acceso al empleo, así como la revisión del Reglamento General de Conductores. En este sentido, exige que se incluya la accesibilidad a través de lengua de signos en las pruebas para la obtención de los permisos de conducción y que, a su vez, se elimine la restricción que tienen las personas sordas para acceder a la obtención de los permisos del grupo 2 (camiones y furgones). “Las personas sordas estamos cansadas de que sin conocernos, se nos encasille, se dude de nuestras capacidades, y se nos cierren puertas”, ha aseverado Concha Díaz.
Empleo público
En lo que se refiere al empleo público, la Confederación pide el establecimiento de un porcentaje de reserva específico de plazas para personas sordas, y propone que se bareme el conocimiento de la lengua de signos en el acceso al empleo público de opositores sordos y oyentes que optan a puestos de trabajo con tareas de atención directa. “Es la lengua que utilizamos muchas ciudadanas y ciudadanos sordos en España, está reconocida por ley, y permite el ejercicio de nuestros derechos”, ha concluido la presidenta de la CNSE.